dc.description.abstract | De acuerdo con Aristóteles, el hombre bueno es el que realiza acciones virtuosas.
Existen unos hábitos que hacen a la persona de naturaleza intelectual como son
el entendimiento, la ciencia, la sabiduría y la prudencia. Esta última se refiere a la
capacidad que tiene una persona de deliberar bien acerca de las cosas que son
buenas y conducen a la buena vida en general. Esta virtud intelectual, aplicada
a la responsabilidad ética de los profesionales que experimentan con animales,
es el objeto del presente escrito donde se expondrán las actuaciones prudentes
de los seres humanos desde el pensamiento aristotélico; además, se propondrán
algunos elementos de la responsabilidad ética profesional y se aplicarán los anteriores
presupuestos a una ética para la experimentación con animales que tenga
como fuente de trabajo la virtud de la prudencia. | spa |