Abstract

Este trabajo busca promover recursos y herramientas para la resolución de conflictos, la gestión afectiva y la comunicación asertiva de los actores de la comunidad de la Institución Educativa aportando a la convivencia escolar y la salud mental. La Institución Educativa Antonio Nariño del municipio de Calarcá, Quindío es un espacio donde converge la diversidad, la cual cuenta con un componente transversal, la vulnerabilidad, en diferentes niveles, que van desde el bajo nivel socio-económico, factores psicosociales de riesgo, además de problemáticas a nivel familiar e individual en la mayoría de los integrantes de la institución. De este modo, la Institución Educativa se convierte en una bomba de tiempo, en el sentido de que la hostilidad, la agresividad, las deficientes habilidades relacionales y de expresión emocional son el caldo de cultivo donde los estudiantes pasan gran parte de su día, generándose dinámicas que afectan la convivencia escolar y que refuerzan un ciclo de conflicto y violencia entre sus dos espacios de formación: el hogar y la escuela, generándose así situaciones que influyen gravemente y de forma cotidiana la salud mental de los actores de la comunidad educativa