Resumen

La psicoterapia, entendida como aquel encuentro que pretende la moderación del sufrimiento y el cambio de la posición subjetiva frente a la propia existencia (Ramírez, 2012) será el dispositivo en el cual, tanto psicoterapeuta como paciente se encuentren desde lugares muy diferentes, para trabajar conjuntamente por eso que el paciente trae y que le genera tanto ruido, tanto malestar, tanta angustia. En ocasiones, eso que se trae obedece a procesos aún incipientes, recién engendrados y que en el espacio terapéutico encuentran un lugar para formarse, para construirse. Ese es el caso de la identidad, un proceso que según la literatura psicológica se realiza en los primeros años del sujeto y que se va moldeando a lo largo de la vida, pero que en ocasiones y como es el caso de las personas que deciden cambiar de sexo y de género este proceso se vive de manera diferenciada.