Abstract

El suicidio consumado y los intentos de suicidio en adolescentes se han convertido en un problema de salud pública debido a las altas cifras a nivel mundial. La adolescencia per se es una etapa de vulnerabilidad por los diversos cambios que ocurren tanto en el cuerpo como la interacción con el mundo, si a esto se le añade situaciones como predisposición genética al suicidio, disfunción familiar, maltrato, abuso sexual, mala relaciones con pares o relaciones sentimentales infructuosas, se entiende por que un adolescente podría querer quitarse la vida. Sin embargo es importante identificar este tipo de situaciones a tiempo para poder evitar desenlaces fatales. También es de vital importancia reforzar cosas como el dialogo entre padres e hijos, buenas redes de apoyo y supervisión de los padres para evitar de igual manera que las cifras de suicidio sigan en aumento.