Abstract
Para la Organización de las Naciones Unidas (1994), la salud reproductiva nos da
la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, además
brinda la libertad para decidir hacerlo o no, cuándo y con qué frecuencia. Esta
última condición lleva implícito el derecho del hombre y la mujer a obtener
información de planificación familiar de su elección, así como a otros métodos
para la regulación de la fecundidad que no estén legalmente prohibidos, y acceso
a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables, además el derecho a
recibir servicios adecuados de atención de la salud.