Abstract

El sueño es un proceso neurofisiológico necesario para la vida; la calidad y duración de este, varían según la edad, además tiene relación directa con la salud física, mental y social. El sueño está implicado en todas las funciones mentales superiores y durante la adolescencia es clave para el aprendizaje y las habilidades sociales, también proporciona la estabilidad necesaria para construir sinapsis. El patrón del sueño y las necesidades dependen del ciclo vital. Durante la adolescencia (edad comprendida entre los diez a veinte años) se requieren entre nueve a diez horas de sueño, pero la realidad revela que los adolescentes duermen de seis a ocho horas en promedio, debido al pobre acompañamiento de los padres, mayores cargas académicas y actividades sociales, deportes y programas extracurriculares. En la adolescencia ocurren cambios fisiológicos hormonales importantes, entre ellos, la liberación de la melatonina se retrasa, lo que lleva a un “Jet Lag” que genera desincronización entre el reloj interno y las demandas sociales, esto pone a los adolescentes en riesgo de presentar síntomas relacionados a trastornos del sueño y el estado de ánimo. La propuesta de intervención plantea el desarrollo de una aplicación, haciendo uso de herramientas tecnológicas que forman parte de la cotidianidad de los adolescentes para concientizarlos y a sus familias sobre la importancia del sueño en la salud y el aprendizaje, por medio de la implementación de rutinas de higiene de sueño que impacten directamente sobre la calidad y duración del sueño, además, de apoyar el proceso de hacerse responsables de sí mismos.