Resumen
El hacinamiento de procesos y de expedientes en los juzgados, y la mal llamada crisis de la
justicia, motiva a cuestionarnos el por qué, si nuestro ordenamiento jurídico ya incorporó los
mecanismos para superar aquel fenómeno de la congestión, hoy en día todavía no es posible la
aplicación de los mismos, es decir, si podremos hablar en algún momento próximo de la
implementación del nuevo sistema verbal que propone la ley 1285 de 2009.
La medida de descongestión, que en principio fue creada de manera transitoria, ha debido de ser
prorrogada y tiende a volverse permanente precisamente por la congestión que estos mismos
juzgados han presentado, según reportes del Consejo Superior de la Judicatura.