Abstract

Las controversias surgidas con ocasión de las interacciones intersubjetivas de los ciudadanos se han solucionado tradicionalmente por medio de decisiones judiciales. Si bien con las decisiones tomadas por los jueces se permite una solución heterocompositiva a los conflictos interpartes, con el auge de los mecanimos autocompositivos de solución de conflictos se pretende que las partes en contienda de manera concertada resuelvan su problema, así de esta manera no sólo el Estado verá reducido el número de procesos que debe administrar y tramitar sino también los ciudadanos tendrán la oportunidad de acceder a la justicia de manera rápida apelando siempre al diálogo como herramienta para la resolución de las contiendas. Ahora bien tales mecanismos autocompositivos pueden articularse con las nuevas tecnologías, para así pasar del encuentro físico a un espacio virtual, que les brinda a los contendientes las ventajas en velocidad, facilidad, confiabilidad y seguridad para resolver sus disputas. Es por eso que se afirma que en nuestro país, aunque no exista un marco normativo definido, es posible aprovechar los beneficios de las tecnologías en infórmatica y comunicación y enlazarlos con los mecanismos denominados alternativos, aunque se sostiene que lo verdaderamente subsidiario es acudir al amparo Estatal